El sector eólico y las inclemencias meteorológicas son una combinación extremadamente peligrosa. Cuando una tormenta eléctrica se aproxima o se forma cerca de un parque eólico, la principal prioridad para los técnicos de prevención de riesgos laborales será, sin lugar a duda, la seguridad de sus trabajadores.
Los operarios que se encuentren trabajando en una turbina eólica necesitarán ser alertados con el tiempo suficiente como para descender de los aerogeneradores y buscar una zona de refugio. Para que este proceso se produzca de forma escalonada y sin riesgos, las medidas preventivas adoptadas por los técnicos deberán realizarse con decenas de minutos de antelación.
Se tiende a creer que dependiendo de la zona geográfica donde se encuentre la planta eólica puede ser más o menos susceptible de vivir este tipo de fenómenos, pero lo cierto es que no importa dónde estén establecidas, siempre van a existir inclemencias climáticas y evitarlas es imposible.
Cada segundo coexisten simultáneamente unas 2.000 tormentas y cerca de 100 rayos caen sobre la tierra. Se estiman por tanto, alrededor de 4.000 tormentas diarias y 9 millones de descargas atmosféricas en tan sólo 24h. Esta proporción ingente de rayos llega a provocar más de 20.000 muertes y 240.000 lesiones anuales según el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Estos datos son realmente alarmantes y deberían tomarse en consideración a la hora de realizar planes preventivos para evitar o minimizar los posibles daños.
Turbinas eólicas e impactos de rayo
El sector eólico, por sus características y emplazamientos, es uno de los más proclives a sufrir descargas de rayos: sus operarios trabajan en espacios abiertos, aislados y en ocasiones, en zonas montañosas u offshore. Estas características suponen unos tiempos de evacuación del personal notoriamente más elevados que en otro tipo de sectores.
Los aerogeneradores se encuentran además, ubicados generalmente en puntos elevados y, son más altos que los elementos que le rodean, por lo que acaban siendo un punto de descarga de rayos idóneo durante estas tormentas.
El impacto directo de un rayo en una persona puede provocar graves lesiones, incluso provocar su muerte. Igualmente, los trabajadores de una turbina eólica que se encuentren suspendidos a gran altura o reparando o realizando el mantenimiento de estos equipos, pueden verse afectados por el efecto de un impacto directo o indirecto de un rayo.
En el sector eólico, la protección convencional contra descargas directas del rayo no puede garantizar evitar ciertos daños, especialmente en las palas, ni mucho menos garantizar la seguridad de los operarios. Aplicaciones Tecnológicas ha desarrollado un sistema experto local de alerta anticipada de tormentas, capaz de identificar tanto la formación como la aproximación de tormentas eléctricas, aportando con decenas de minutos de anticipación, las alertas necesarias para iniciar acciones preventivas que minimicen los riesgos.
Medidas de prevención ante la caída de un rayo
La detección local de tormentas permite prevenir los riesgos laborales derivados de la caída de rayos. La guía de aplicación para determinar la necesidad de un sistema de detección, así como los tipos existentes, están descritos en la norma UNE-EN IEC 62793.
Según dicha norma, sólo los detectores denominados “clase A” son eficaces para detectar la fase de formación de tormentas eléctricas ya que, evalúan las condiciones previas necesarias para la descarga de rayos, es decir, los fenómenos asociados a la electrificación de la nube. Esta clase de detectores son también los únicos capaces de detectar la fase final, o de disipación, de la tormenta.
El sistema ATSTORM®, sistema experto local de alerta temprana para la prevención de riesgos de tormentas eléctricas de Aplicaciones Tecnológicas, es capaz de detectar todas las fases de la tormenta en tiempo real, pertenece a la categoría de detectores de “clase A” y, por ello, es el sistema idóneo para la prevención de riesgos laborales por impacto de rayo en un sector tan afectado por este fenómeno como lo es el sector eólico.
Principales ventajas del sistema ATSTORM®
- Doble tecnología de sensado para una detección más precisa:
La monitorización del campo electrostático permite detectar la formación de tormentas sobre el objetivo con decenas de minutos de antelación, al igual que su disipación. La evaluación del riesgo local permite optimizar los tiempos de parada, evitando que acciones preventivas de duración excesiva incurran en pérdidas económicas.
La monitorización del campo electromagnético posibilita la detección de tormentas eléctricas activas acercándose dentro de un radio de 40 km de distancia.
- Tecnología totalmente electrónica y sin partes mecánicas móviles: se consiguen evitar así las obstrucciones, desgastes, averías y mantenimientos.
- Monitorización ininterrumpida: gracias al sistema de comunicación Global M2M (en el marco de las tecnologías IoT) y al continuo envío de datos a través de sistemas de la tecnología 2G/3G, se garantiza la correcta recogida de información y supervisión permanente por un equipo altamente cualificado.
- Infraestructura IT protegida: los dispositivos, los servidores centrales y los dispositivos de alarma están dentro de una red privada (VPN) de tal manera que no son visibles vía internet, asegurando la privacidad y seguridad total en las comunicaciones. Los servidores además, se encuentran en emplazamientos redundantes para asegurar el correcto funcionamiento del sistema.
- Sistema experto: mejora continua de sus algoritmos, aumentando su adaptación a las características de su localización y en consecuencia los rendimientos de las alarmas.
- Sistemas de alerta y gestión flexibles: dispone de una App con alertas push en dispositivos móviles para un control instantáneo del riesgo por caída de rayo en sus instalaciones.
A través de un portal web privado el usuario puede visualizar el estado de riesgo en que se encuentran sus instalaciones y obtener los históricos para sus futuros análisis.
Además, dispone de un sistema de correos electrónicos y un sistema de automatización mediante módulos de relés remotos que posibilita la activación/desactivación de los sistemas alarmas, sirenas, señalizaciones, etc. Dotando así de una flexibilidad total a la gestión de los avisos en tiempo real.
- Sistema de alimentación autónomo: las estaciones de medida cuentan con placas solares para su total autonomía, además de unas baterías integradas, y suministro adicional AC que actúa como sistema de respaldo asegurando la operación continua.
Ejemplo de posibles acciones preventivas
No es posible evitar las tormentas, pero sí poner en marcha las actuaciones temporales necesarias que permitan minimizar riesgos a los trabajadores. Algunos ejemplos de acciones que entrarían dentro de un plan preventivo ante una tormenta eléctricas podrían ser:
- Comunicación a los coordinadores de seguridad.
- Suspender actividades de mantenimiento para salvaguardar la vida de los operarios.
- Traslado de los trabajadores a refugios seguros.
Las descargas atmosféricas en parques eólicos son un problema creciente y que estudios realizados como el de IMIA (International Association of Engineering Insurers), confirman que el 20% de los siniestros en aerogeneradores de Dinamarca durante los últimos 15 años tienen como origen la descarga de un rayo. Por ello, el uso de sistema de detección de tormentas ayuda a reducir riesgos derivados de este fenómeno.
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