En el ámbito de la protección contra el rayo y de las medidas de prevención, es popularmente conocida la regla 30/30 como una de las medidas caseras para protegerse del impacto de un rayo. De hecho, no le costará encontrar información si realiza una búsqueda al respecto.
Antes de explicar por qué la regla 30/30 no es fiable y entraña riesgos, vamos a aclarar algunos conceptos respecto a qué es y en qué se basa esta creencia popular.
¿Qué es la regla 30/30 como medida de protección contra el rayo y en qué consiste?
La regla 30/30 es una recomendación para prevenir el riesgo de impacto de rayo durante una tormenta eléctrica, que indica cuándo es momento de buscar refugio y cuándo ha pasado el peligro.
Esta regla se basa en el método flash-to-bang, el cual sostiene que si desde que vemos un relámpago y suena el trueno transcurren menos de 30 segundos significa que la tormenta eléctrica está a menos de 10 km (6 millas), y por tanto el peligro se aproxima.
Según la regla 30/30, se recomienda permanecer protegidos en el interior de un edificio o vehículo durante los 30 minutos siguientes al último trueno que hayamos escuchado. ¿Significa esto que en el minuto 31 después el último rayo estamos fuera de peligro? ¿Si en vez de contar 30 segundos, cuento 31 segundos significa que no hay peligro? ¿Y si no veo o escucho el último rayo?
Hoy en día se sabe que esta estimación es demasiado imprecisa y que, según muestran las estadísticas, la mayoría de las personas heridas por rayo fueron impactadas antes o después de la tormenta eléctrica, pero no durante. El hecho de que las personas crean erróneamente que se encuentran fuera de peligro aumenta el riesgo de accidentes.
Pese a que en la actualidad ya se sabe que este método no es eficaz, aún se recomienda por desconocimiento. Solo los sistemas fiables de detección de rayos son capaces de alertar sobre el riesgo de caída de rayos de manera eficaz.
Es importante diferenciar entre los métodos que son fiables, basados en tecnología y con base científica, de los métodos que forman parte del saber popular. Las personas que toman decisiones sobre seguridad en ámbitos públicos, en eventos de grandes aglomeraciones o en lugares de trabajo al aire libre deben basar sus decisiones en datos fiables y utilizar sistemas eficaces.
Por qué la regla 30/30 no es un buen consejo para protegerse del impacto de un rayo
Para entender por qué la regla 30/30 no debería seguirse, es necesario explicar brevemente cuáles son los problemas y deficiencias que presenta este método preventivo:
- A la hora de calcular el riesgo de impacto de rayo, no es recomendable tener en cuenta solo la distancia a la que se encuentra. Los rayos pueden desplazarse a más de 10 kilómetros (6 millas) dentro de una tormenta eléctrica.
De hecho, algunos estudios, como el del investigador Ronald L. Holle, Some Aspects of Global Lightning Impacts, demuestran que más de un 80% de las lesiones y muertes por rayo se produjeron fuera de la zona donde se encontraba la tormenta. Por este motivo, tener en cuenta solo la localización a la que se encuentra el rayo no es aconsejable. Es imprescindible medir los dos campos, electrostático y electromagnético, para que el detector de rayos sea capaz de localizar el riesgo de caída de rayos localizados lejos y cerca.
- La regla 30/30 es un método de prevención demasiado impreciso para que las personas responsables de la seguridad en colegios, estadios, aeropuertos o industrias puedan tomar decisiones fiables y sin correr riesgos.
- Según las condiciones y la situación, puede ser complicado contar relámpagos y truenos en condiciones de tormenta. Contar los segundos entre los relámpagos y los truenos requiere que no haya muchos sonidos que interfieran (a veces complicado en el caso de industrias) y de permanecer con la vista puesta en el cielo sin poder realizar otra actividad.
- La fórmula 30/30 permite detectar como máximo tormentas situadas a seis millas, a pesar de que los expertos coinciden en que se deberían utilizar alertas de un mínimo de diez millas, distancia a la que el oído humano no es capaz de escuchar un trueno.
- El tiempo de alerta que ofrece el método 30/30 es insuficiente en casos en los que el refugio no se encuentra próximo o en el caso de las industrias donde poner en marcha los protocolos de seguridad podría requerir de un tiempo mayor.
- La medida preventiva de mantener el nivel riesgo alto durante los 30 minutos posteriores al último rayo puede que sea insuficiente en algunos casos y por lo tanto peligroso. Pero también, en otros casos podría ser un tiempo de precaución excesivo y que ya no exista peligro de caída de rayo. En el caso de industrias o eventos deportivos de gran envergadura que sean televisados, parar la actividad durante un tiempo excesivo que sobrepase lo necesario, puede suponer grandes pérdidas económicas.
La gran ventaja de un detector de rayos de alta tecnología es que, mediante la medición combinada de los campos electrostático y electromagnético, los datos son exactos y cuando el riesgo desaparece las alertas pueden retirarse al instante.
- El método 30/30 nunca va a servir si la primera descarga de la tormenta se produce directamente sobre el lugar a proteger, ya que obviamente no vamos a escuchar ni ver ningún rayo anterior y por tanto no habremos tomado ninguna medida preventiva.
- La regla 30/30 no está reconocida en ninguna de las normas nacionales ni internacionales de protección contra el rayo, tampoco en la norma específica de aviso de tormentas IEC 62793.
¿Cómo funciona un sistema de detección de rayos fiable?
Para que los datos arrojados por un sistema de detección de rayos sean fiables, este ha de contar con un sensor del campo electromagnético y con un sensor del campo electrostático. Sin ambos sensores no se puede garantizar que las alertas recibidas sean eficaces. El sensor del campo electrostático evalúa las condiciones sobre el lugar de detección para ofrecer alarmas cuando aumenta el campo, lo que sucede con suficiente antelación a la caída del primer rayo en la zona.
Además, la acción combinada de ambos sensores permite reducir el tiempo de inactividad que se acaba traduciendo en un importante ahorro costes en el caso de las industrias.
ATSTORM®, el sistema de detección de rayos de alerta local temprana
El detector de rayos ATSTORM® es el Sistema experto local para la prevención de riesgos asociados a la caída de rayo.
Este sistema, desarrollado por Aplicaciones Tecnológicas, permite la detección en todas las fases de la tormenta. El dispositivo monitoriza tanto el campo electrostático como el electromagnético, permitiendo la mayor anticipación sobre el riesgo local de caída de rayo.
El sensor del campo electrostático permite la detección de tormentas eléctricas en formación sobre el objetivo por elevación del campo electrostático. Esto se traduce en decenas de minutos de alerta anticipada.
Por otro lado, el sensor del campo electromagnético permite la detección de rayos en tormentas eléctricas activas acercándose al objetivo en un radio de hasta 40km.
En el caso de ATSTORM®, las alertas de riesgo se reciben por múltiples canales: móviles, tablets, portal privado web, emails y mediante la operación remota de dispositivos de alerta. Esto facilita a las personas responsables de la seguridad la gestión y el control de los riesgos, así como la toma de decisiones.
Si necesita más información sobre el sistema de detección de tormentas eléctricas ASTORM® puede solicitar una cita con uno de nuestros expertos.