La soldadura exotérmica y la unión mecánica pueden tener una aplicación similar a simple vista; sin embargo, sus resultados y beneficios son muy diferentes.
Una unión soldada exotérmicamente presenta una conexión realizada por fusión, más fiable y duradera. El resultado es un enlace molecular irreversible. La conductividad de la propia unión es igual o superior a la de los conductores implicados. Como consecuencia, la conexión es permanente con una vida útil igual a la de la red de tierras.
La soldadura exotérmica no requiere de un alto mantenimiento, ya que es capaz de soportar el paso de corriente de forma repetida sin degradarse. Y una vez cerrado el molde, el proceso de la soldadura exotérmica es autónomo, reproducible y uniforme.
En cambio, en una unión mecánica la conexión se realiza por presión y apriete y el enlace resultante es de contacto. La unión presenta una conductividad inferior a la de los conductores implicados y la conexión es transitoria, ya que presenta degradación eléctrica con el tiempo.
La unión mecánica sufre con el paso de corriente, las faltas o las descargas repetitivas y el resultado de la unión depende del par de apriete aplicado por el instalador.