El estudio geoeléctrico del subsuelo permite establecer la configuración óptima del sistema de toma de tierra a proyectar. La medida de resistividad del terreno posibilita determinar la disposición, profundidad, número y tipo de elementos necesarios según los requerimientos de seguridad y funcionales.
El sistema de puesta a tierra general conecta las diferentes partes de una instalación eléctrica con la superficie conductora de la Tierra para garantizar la seguridad y funcionalidad.
La tierra física en una instalación eléctrica equipotencializa todas las partes metálicas para que no existan diferencias de potencial entre ellas. Se realiza con la finalidad de garantizar la seguridad de las personas y equipos ante defectos en las propias instalaciones.
La industria petroquímica y de manipulación de hidrocarburos es de enorme importancia para la economía global y también un sector peligroso capaz de causar graves daños medioambientales. Sus instalaciones eléctricas se encuentran expuestas a los riesgos de fallo y de electricidad estática, y son vulnerables a los peligros derivados de los impactos de rayos. Los sistemas de puesta a tierra son clave en la reducción de estas amenazas de seguridad para personas y equipos sensibles. La inteligencia artificial y tecnología IoT aplicadas a los sistemas de toma de tierra y de protección contra el rayo aportan un valor único para la seguridad y la eficiencia operativa-financiera de los activos.
El mantenimiento predictivo es una técnica que utiliza el análisis de datos para detectar anomalías en el funcionamiento de los equipos y procesos. El mantenimiento de cualquier instalación es vital para su buen funcionamiento y, en consecuencia, para conseguir la eficiencia operacional y financiera de una compañía; además de para garantizar la seguridad laboral. La monitorización del sistema de puesta a tierra con tecnología inteligente que realiza Aplicaciones Tecnológicas, se basa en sensores que recogen datos y los envían mediante tecnología IoT para que algoritmos de IA entrenados pueden detectar fallos antes de que se produzcan, con el consiguiente ahorro de costes y la minimización de riesgos.
