Los "rayos latentes" pueden causar grandes incendios forestales incluso días después de la tormenta
En ocasiones, cuando un rayo alcanza un árbol, puede ocurrir que la corriente cause un aumento de temperatura muy grande en su interior, pero que por humedad o por falta de oxigeno el árbol no arda inmediatamente. Sí que puede provocar sin embargo una combustión lenta en el interior o en las raíces que, al disminuir la humedad o al llegar al aire libre, horas o incluso días después, produzca una llama que cause un incendio, llegando a calcinar hectáreas de bosque.
La única forma de detectar con tiempo suficiente estos rayos latentes son los sensores de infrarrojos, que señalan aumentos localizados de temperatura. La instalación de detectores de tormenta como el ATSTORMv2 y el ATFLASH Sensor puede colaborar en la búsqueda de manera preventiva, indicando las zonas en que pueda darse este fenómeno. Ambos detectores tienen capacidad de comunicar sus alarmas a través de un transmisor visible de forma remota.