Protección preventiva frente a tormentas eléctricas durante el lanzamiento de vehículos espaciales
Los satélites son indispensables en la vida moderna para distintas funciones (predicción meteorológica, exploración científica, comunicaciones a larga distancia, etc.). Los vehículos que colocan los satélites en órbita son sensibles a las amenazas de rayos naturales y los inducidos por el propio cohete. Por eso, la NASA desarrolló el conjunto de reglas LLCC para evaluar si las condiciones meteorológicas permiten los lanzamientos. Desde su aplicación no han vuelto a ocurrir incidentes como los del Apolo 12 y Atlas-Centaur 67. Dentro de estos criterios ocupa un lugar destacado el campo eléctrico ambiental que, en el Kennedy Space Center, se mide mediante una red de molinos de campo (sensores de campo electrostático).