Los pararrayos son una parte esencial del sistema externo de protección contra el rayo, que tiene como máximo objetivo interceptar el rayo y conducirlo a tierra de forma segura. El sistema externo de protección contra el rayo, a su vez, forma parte de las medidas permanentes de prevención y protección contra el rayo, según la NTP 1084 de Prevención de riesgos laborales originados por la caída de rayos.
Un sistema externo de protección de una estructura consta de los siguientes puntos:
- Pararrayos o sistema de captación para interceptar el rayo.
- Bajantes o sistema de bajada para conducir la corriente del rayo a tierra de forma segura.
- Toma de tierra o sistema de tierras para dispersar eficazmente la corriente del rayo.
Cabe destacar que se deben realizar las conexiones equipotenciales necesarias para evitar posibles chispas peligrosas en la estructura que puedan ocasionar incendios. Además, las conexiones de la toma de tierra deben perdurar toda la vida útil de la estructura en cuestión, por lo que es muy recomendable utilizar la soldadura exotérmica para estas uniones.
Los pararrayos son el elemento clave del sistema externo, ya que es necesario captar el rayo para, posteriormente conducirlo a tierra con seguridad y evitar cualquier riesgo laboral que pueda ocasionar. Las normativas actuales distinguen dos tipos de pararrayos:
- Puntas Franklin, también llamadas puntas simples, que se instalan habitualmente en conjunto con otros conductores horizontales o mallados formando un sistema captador en el que debe impactar el rayo. La protección que ofrecen consiste en repartir y disipar la corriente de descarga del rayo por el entramado de conductores y tierras. Su instalación debe realizarse siguiendo la norma UNE-EN 62305.
- Pararrayos con dispositivo de cebado (PDC), que emiten un trazador ascendente que se anticipa a los elementos de su alrededor para captar el rayo. Esto les permite aumentar el radio de protección respecto a las puntas Franklin, con la posibilidad incluso de proteger zonas abiertas. Deben cumplir la norma UNE 21186 tanto en su instalación como en los ensayos que se le realizan. Es recomendable que dispongan de un sistema de verificación remota para poder comprobar su correcto funcionamiento una vez instalados. Esto garantiza que el pararrayos está en perfectas condiciones y que evita los riesgos laborales originados por la caída de rayos.
Las normas mencionadas se aplican también y describen la disposición de los sistemas de bajada, la toma de tierra y las uniones equipotenciales.
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