Las tormentas eléctricas son sucesos naturales inevitables que pueden provocar daños graves a bienes, servicios, medioambiente e incluso acabar con vidas humanas. La industria minera es una de las más susceptibles ya que a menudo operan en zonas abiertas e implican el uso de maquinaria pesada y el manejo y almacenamiento de materiales inflamables, incrementando el riesgo para los empleados (Occupational Safety and Health Administration, 2016).
Según un estudio realizado por la industria aseguradora estadounidense, el rayo causa pérdidas anuales por valor de más de cinco mil millones de dólares (Hartford Insurance Co., 2006). Un claro ejemplo en la industria minera fue el impacto de un rayo en la mina de oro Porgera, en Nueva Guinea, en 2006 que implicó cortes eléctricos durante más de tres meses, conllevando pérdidas diarias de 700.000$ (National Lightning Safety Institute, 2008).
Sin embargo, los costes económicos son solo uno de los muchos efectos del rayo en la industria minera. Otras de sus implicaciones incluyen importantes daños medioambientales y pérdidas humanas.
Los empleados que realizan sus labores en minas son uno de los perfiles más afectados por el riesgo de caída de rayos a causa de las atmósferas inflamables en las que llevan a cabo su actividad. Las tareas de mayor riesgo son aquellas relacionadas con comunicaciones, perforación y transporte de materiales debido a su ubicación en la mina.
Es indispensable que las compañías mineras sean conscientes de las consecuencias de este fenómeno natural y tomen medidas para reducir e incluso evitar los potenciales daños. Para conseguirlo, los expertos aconsejan el uso combinado de tecnologías que permitan una adecuada prevención y protección frente a los riesgos provocados por la caída de rayos.
Protección preventiva en minas
Los técnicos coinciden en que es imprescindible el uso de sistemas de alerta temprana que permitan alertar de cada fase de una tormenta (inicio, crecimiento, madurez y disipación) a los responsables para así tomar medidas preventivas como activación de grupos electrógenos, parada en las actividades de preparación de cargas, aplazamiento del paso de personas en puentes transportadores, evacuación de zonas de riesgo o activación de protocolos frente a incendio.
Esta anticipación es posible gracias a la combinación de sensores de campo electromagnético y campo electroestático de algunos detectores de tormenta. Por un lado, el sensor de campo electromagnético permite detectar las tormentas eléctricas activas en las que ya se producen rayos y que se acercan a la zona minera, mientras que el sensor de campo electroestático avisa de aquellas que están formándose en el área que se desea proteger. De esta manera se obtiene información fiable y precisa que permite evitar potenciales accidentes.
El uso de ambos sensores en un sistema de alerta temprana de riesgos de tormentas eléctricas, como ATSTORM®, también permite reducir el tiempo de parada de actividad que se acaba traduciendo en un importante ahorro monetario para las empresas.
La ineficacia de la fórmula 30/30
Se recomienda utilizar detector de riesgo local en vez de la tradicional fórmula 30/30 que establece la parada de las actividades durante 30 minutos si el tiempo entre el rayo y el trueno es menor a 30 segundos. A pesar de ser una regla comúnmente utilizada, su eficacia es muy limitada.
La fórmula 30/30 permite conocer la existencia de tormentas situadas a un máximo de seis millas (9,5Km), aunque los expertos coinciden en que se deberían utilizar alertas de un mínimo de 10 millas (16Km), distancia a la que el oído humano no es capaz de escuchar un trueno.
Estudios recientes (Holle R., Lopez R.E., 1998) demuestran que más de un 80% de las lesiones y muertes por rayo se dan fuera de la zona donde se concentra la lluvia debida a la tormenta, por lo que tener en cuenta solo la distancia a la que se encuentra es desaconsejable y peligroso. Por el contrario, la monitorización conjunta de los campos electroestático y electromagnético proporciona información del riesgo local pudiendo así evitar accidentes.
En conclusión, la herramienta más recomendada para proteger la seguridad de trabajadores en zonas abiertas es un sistema de alerta local de riesgo por caída de rayo, como ATSTORM® desarrollado por Aplicaciones Tecnológicas. Esta tecnología permite conocer la información más fiable y precisa evitando accidentes y ahorrando costes de paradas innecesarias.
Protección externa contra el rayo
Es importante tener en cuenta que la protección preventiva no reemplaza la protección externa, sino que la complementa y evita los riegos de accidentes laborales para personal trabajando en zonas abiertas y amplias como es el caso de las minas.
Para aumentar la seguridad, todas aquellas zonas mineras que lo permitan deben contar con un sistema de pararrayos con dispositivo de cebado (PDC), así como protección contra sobretensiones, que protejan de daños físicos a las estructuras y equipos, así como, a los empleados ante tensiones de paso y contacto.
La principal ventaja de este tipo de pararrayos es que, a diferencia de otros sistemas, emite un trazador ascendente continuo con un tiempo de avance que permite la anticipación al descenso del rayo y la captación antes que cualquier otro objeto dentro de su radio de protección. Como consecuencia, su área de protección es más amplia y la zona donde se conduce y se disipa la corriente del rayo está mejor localizada.
En el caso del pararrayos con dispositivo de cebado DAT CONTROLER® REMOTE, su diseño permite que sea totalmente autónomo gracias a un sistema de chequeo remoto del equipo sin necesidad de acceder hasta su ubicación para comprobar su correcto funcionamiento.
En conclusión, las minas cuentan con características que las convierten en lugares con alto riesgo por caída de rayo, lo que puede afectar a la seguridad de empleados y al medioambiente. Los responsables de estas empresas deben ser conscientes de la importancia del uso de tecnología avanzada que permita evitar estos accidentes.
En Aplicaciones Tecnológicas contamos con amplia experiencia en la industria minera, siendo un ejemplo la protección y prevención frente al rayo de la mina de hierro a cielo abierto más grande del mundo. Si necesita asesoramiento en protección frente al rayo, contáctenos.