Los rayos son potentes descargas eléctricas atmosféricas. Aunque se trata de un fenómeno natural, debido a su fuerza, supone un gran riesgo cuando impacta sobre la Tierra. En el ámbito residencial, el rayo provoca importantes consecuencias, entre las que se incluyen los incendios.
En noticias de todo el mundo, hemos leído sobre incendios originados por una caída de rayo en casas particulares, edificios de viviendas u otras construcciones en las ciudades, como iglesias o monumentos históricos.
De hecho, conforme a los datos publicados por la NFPA, National Fire Protection Association, en el año 2014 hubo solo en Estados Unidos 3.900 incendios en hogares originados por un rayo. Según la misma fuente, entorno al 20% de los incendios producidos por rayos entre 2007 y 2011 tuvieron lugar en el ámbito residencial.
En estos casos, las descargas eléctricas suponen un riesgo para las personas. Afortunadamente, gracias a la rápida actuación de los servicios de bomberos, el número de víctimas es muy bajo (35 personas heridas por incendios provocados por un rayo en Estados Unidos en 2014) si lo comparamos con el alto número de incendios por rayo en viviendas. Sin embargo, los rayos ocasionan importantes pérdidas y costes para las aseguradoras que podrían evitarse con una protección adecuada.
¿Por qué los rayos pueden provocar un incendio en una vivienda?
Los rayos alcanzan altísimas temperaturas y generan un campo electroestático y electromagnético. Ahora bien ¿Cómo explica esto que los rayos puedan producir incendios en viviendas? Veamos a continuación por qué se producen estos incendios durante las tormentas eléctricas y cómo prevenirlos.
Incendios en las estructuras de edificaciones tras el impacto de un rayo
La descarga del rayo se desplaza a una velocidad que ronda los 140.000 km por segundo y su temperatura es superior a la de la superficie del Sol. Por tanto, es comprensible que el impacto de un rayo sobre una estructura sea capaz de dañarla e incluso de que esta prenda fuego tras la colisión, sobre todo cuando entra en contacto con materiales combustibles como la madera.
En el caso de que el propio impacto del rayo no llegue a comprometer la estructura del edificio, el fuego resultante sí puede desencadenar el riesgo de derrumbe.
Sobretensiones como causa de incendio en viviendas
Los rayos son la causa de muchas de las perturbaciones electromagnéticas en los sistemas eléctricos. Tanto si el rayo impacta sobre la estructura, como si lo hace cerca, provoca alteraciones que originan sobretensiones transitorias en la red eléctrica. Si una casa o edificio no está protegido contra estos picos de tensión, podrían ser la causa de una avería eléctrica, un incendio en la vivienda o provocar daños a los aparatos conectados a la línea eléctrica.
El papel de la toma de tierra en la prevención de incendios originados por rayos
En numerosas ocasiones, hemos insistido en la importancia de una correcta toma de tierra para poder garantizar la seguridad en las instalaciones eléctricas. En lo que se refiere a la prevención de incendios domésticos ocasionados por rayos, es fundamental remarcar que una instalación PAT cumple la función de conducir la energía del rayo a tierra y disiparla sin poner en peligro al suministro eléctrico y a las personas. En caso de caída de rayo, una puesta a tierra deficiente podría provocar un calentamiento en la línea eléctrica suficiente para generar un incendio.
Cómo evitar que un rayo pueda producir un incendio en una casa o edificio
Para saber cómo prevenir los incendios originados por caída de rayos en el ámbito doméstico, vamos a explicar cómo aplicar y combinar una protección externa e interna.
Proteger una vivienda contra los rayos de manera externa para evitar riesgo de incendios
A la hora de evitar que un rayo pudiera dañar la estructura de un edificio, es primordial instalar un sistema de protección adecuado, diseñado ex profeso para las necesidades de la ubicación. Para ello, es necesario que un equipo experto realice un proyecto de protección contra el rayo conforme a la normativa que indicará cuál es el nivel de protección necesario y cómo abordar la instalación.
En este sentido, el objetivo es captar el rayo antes de que impacte en cualquier parte del edificio u otras estructuras, ampliando al máximo el radio de protección. Hoy en día, existen sistemas de alta tecnología que permiten anticiparse al rayo. Estos dispositivos se conocen con el nombre de pararrayos con dispositivo de cebado y son la mejor opción para interceptar las descargas eléctricas y conducirlas de manera segura y eficaz.
En primer lugar, la base de una instalación segura es una puesta a tierra diseñada acorde a las normativas en materia de seguridad eléctrica, con una correcta disposición de los elementos necesarios y en las que se utilizan los materiales para toma de tierra de calidad que garanticen una baja impedancia.
En todos los casos, el pararrayos debe contar con su propio sistema de puesta a tierra conectada a la tierra general mediante vía de chispas. La conexión del pararrayos con la toma de tierra se realiza a través de los conductores de bajada. Cada uno de ellos ha de tener una toma de tierra independiente.
Asimismo, es necesario realizar el mantenimiento del pararrayos y de la toma de tierra de manera periódica, tal y como se indica en la normativa. Un sistema de protección externa contra el rayo que no se encuentra en buen estado resulta ineficiente.
Protección interna contra las sobretensiones en una vivienda para prevenir incendios
Como ya hemos visto, las descargas son capaces de producir perjuicios en la red eléctrica de las viviendas, incluso cortocircuitos que desencadenen incendios. No obstante, existe la posibilidad de proteger las instalaciones eléctricas y evitar todos estos problemas.
En el interior de los edificios y viviendas es primordial llevar a cabo una protección contra sobretensiones para minimizar las subidas de tensión que las tormentas eléctricas pueden generar y evitar que la corriente del rayo llegue a los equipos eléctricos y electrónicos a través de las líneas de suministro eléctrico o de telecomunicaciones.
Tras realizar el estudio del esquema unifilar de la instalación eléctrica, suele ser recomendable una protección interna contra sobretensiones escalonada, para conseguir proteger un inmueble de manera completa. De este modo, no solo prevenimos el riesgo de incendios, sino que protegemos a todos los equipos que se encuentran en el exterior e interior de las viviendas.
La protección contra sobretensiones es cada vez más relevante. En la actualidad los hogares cuentan con más dispositivos electrónicos, en gran medida, debido al auge de la domótica y las ciudades inteligentes.
En materia de prevención de incendios, es importante concienciar sobre la trascendencia de evitar los posibles focos de fuego que la caída de un rayo puede provocar. Como hemos comprobado, los incendios residenciales derivados de las tormentas eléctricas pueden evitarse con la protección adecuada.
Por último, cabe destacar que el rayo no supone un peligro solo en el entorno residencial. Algunos sectores profesionales son especialmente sensibles al riesgo de caída de rayos. Por ejemplo, en actividades a cielo abierto, como los aeropuertos, eventos al aire libre o en la industria minera, o en sectores que trabajan con materiales altamente inflamables, como la industria petroquímica.
Si necesita asesoramiento para proteger contra sobretensiones o un proyecto de protección contra el rayo, contáctenos. Nuestro equipo de expertos trabaja para ayudarle.