El Lago de Maracaibo (Venezuela) es a día de hoy, y según el último estudio realizado por la NASA, el lugar donde más rayos caen al año por kilómetro cuadrado. Según los datos obtenidos por la Misión de Medición de Lluvias Tropicales (TRMM), se concluyó que en esta zona se llegan a desarrollar en torno a 279 tormentas eléctricas al año.
El rayo sigue siendo uno de los fenómenos más extraordinarios de la naturaleza. En la antigüedad fue interpretado en forma de fuego, puede encontrarse representado en simbolismos en la gran mayoría de las culturas antiguas, e incluso, existen representaciones mitológicas de su poder destructivo.
La época estival es tradicionalmente la estación del año en la que cualquier persona quiere disfrutar del buen tiempo y de las vacaciones, pero es también la estación en la que se forman más nubes de convección de tipo cúmulo-nimbo, las nubes de tormenta que producen los rayos.
Tras el incendio en abril de 2019 de la Catedral de Notre Dame, se ha puesto de relieve la necesidad de protección contra el fuego de edificios emblemáticos. Las causas de estos incendios son habitualmente fallos humanos o instalaciones eléctricas defectuosas, pero también grandes construcciones clásicas han sido destruidas por incendios debidos a impactos de rayos.
